La suite del hotel es una de las habitaciones más importantes ya que será la más deseada para las ocasiones especiales y la que imprimirá el carácter de la marca. Para conseguir llamar la atención en este sentido será muy importante dedicar tiempo y estrategia a cada detalle de este cuarto, conseguir construir un especio especial y diferenciado más allá de los metros cuadrados extra pero, ¿cómo hacerlo?
Utilizar algunos trucos para dar profundidad al espacio
Aunque es muy habitual que se destine un espacio un poco amplio para ubicar la suite lo cierto es que no todos los hoteles son tan amplios o cuentan con plantas enteras dedicadas a las suites así que es conveniente tener en cuenta alguna estrategia para que parezca siempre lo más grande posible. Otorgar profundidad a la estancia y luminosidad dará categoría a este cuarto.
Para ello podría ser muy interesante jugar con la perspectiva en la suite a la hora de colocar los muebles sin que estén demasiado apelmazados, usar líneas geométricas y colores suaves que propicien la luminosidad. Los espejos son una excelente herramienta para conseguir esa sensación de profundidad que se busca y además de pueden encontrar piezas con un diseño imponente perfecto.
Un vestidor perfecto para los huéspedes
Si buscas una suite que marque la diferencia puedes introducir algún elemento de lujo poco habitual pero muy de moda como puede ser un vestidor. El vestidor se puede instalar en una zona anexa en lugar de añadir un salón o sala de estar o asignando un pequeño espacio de la estancia para ello. No es muy costoso integrarlo en la estancia y es un interesante plus para las personas que se alojen en ella.
Para no complicar la integración de esta idea y que resulte orgánico en la estructura general del hotel podrías optar por el uso de módulos de armarios que van del suelo al techo y que no requieren realizar obras ni nada por el estilo. Son perfectos para crear un vestidor en espacios reducidos y que no cuentan con una habitación a parte destinada a ello. El modo en que se distribuya irá acorde con la decoración de la suite y el gusto personal.
Una iluminación a la altura de una suite de lujo
La luz es, aunque no lo parezca, un elemento decorativo que transmite distintas sensaciones según como se use. En la suite de un hotel debes procurar buscar la calidez para crear una atmósfera lo más acogedora y envolvente posible, y aunque lo mejor es disfrutar de luz natural, también deberás tener en cuenta el espacio que quieras iluminar. Una habitación grande e imponente con una mala práctica en este sentido va a perder bastantes puntos.
Si hay una zona de tocador o similar esta necesitará una luz potente y clara que reproduzca los colores con fidelidad, por eso deberá tener una temperatura de color algo más fría que la del resto de la estancia. Lo ideal es conseguirla con pequeños focos empotrados en el techo o apliques de pared, los clásicos estilo camerino, preferiblemente móviles para minimizar las zonas de sombra.