El llamado turismo wellness o de bienestar era tendencia desde hace ya un tiempo, pero las complicadas circunstancias actuales hacen prever que en un futuro la demanda se dispare. El estrés, un ritmo de vida acelerado y las preocupaciones cambian las preferencias de los viajeros, que cada vez se muestran más interesados en buscar establecimientos en los que relajarse, desconectar y cuidar cuerpo y mente.
En este sentido, la demanda se dirige en dos direcciones. Por un lado, la de personas que simplemente desean relajarse en spas o tener la oportunidad de recibir masajes como actividades complementarias durante sus días de ocio. Por otro, la de aquellos otros que específicamente buscan hôtels en los que pasar unos días de retiro en el sentido más estricto de la palabra.
En el primer caso, es cierto que cada vez son más los alojamientos que ofrecen esos servicios, bien en instalaciones propias, bien externalizándolos. Pero si hay una demanda que está creciendo a pasos agigantados es la segunda, las de huéspedes que específicamente desean disfrutar de unos días alejados de todo y disfrutando de actividades relacionadas con el wellness.
¿Cómo adaptarse a la demanda de los viajeros?
El turismo wellness es cada vez más selecto y exigente. Busca una experiencia completa que mejore su bienestar en todos los sentidos. Por eso, el tipo de servicios que deben prestar aquellos establecimientos que quieran satisfacer a este tipo de clientes puede llegar a ser muy variado.
Por un lado, es imprescindible contar con esas zonas de spas o balnearios. Pero, por otro es necesario ampliar el abanico de tratamientos más allá de los puramente estéticos o de los masajes relajantes y de salud tradicionales. Cada vez más se solicitan terapias alternativas o las disciplinas relacionadas con la relajación mental y la conexión con uno mismo (yoga, meditación, mindfulness, etc).
No solo eso, sino que para que la experiencia wellness sea completa, muchos viajeros valoran también de manera especial que el hotel elegido sea saludable en todos los sentidos, que sus menús sean equilibrados, que su decoración favorezca la relajación y el descanso o incluso que permitan la desconexión digital más absoluta.
Adaptarse a la demanda pensando en el futuro
En tiempos complicados para todos es esencial ofrecer a los huéspedes esas experiencias que necesitan. Cuando cuidar cuerpo y mente es más importante que nunca y muchos viajeros lo que buscan en sus vacaciones son pequeños oasis en los que recuperarse y reponer fuerzas para enfrentarse de nuevo al día a día. Los hoteles wellness son ese reducto de bienestar.
Pero no solo turistas. Cada vez son más las personas que buscan disfrutar de un fin de semana de spas y relajación cerca de sus residencias con el único fin de darse un respiro. Y cada vez son más los que optan por establecimientos donde puedan teletrabajar en un entorno amable y en los que, además, después puedan disfrutar de servicios wellness.
Para los hoteles, por otra parte, ofrecer todos esos servicios relacionados con experiencias de bienestar a todos los niveles es más que un reclamo o una forma de satisfacer a parte de los clientes. Es también una herramienta de enorme valor para ganar en competitividad y destacar en unos tiempos especialmente complejos para el sector hostelero.
Y, junto a ello, no hay que olvidar otra cuestión esencial: el cliente que busca alternativas de alojamientos con spas y servicios wellness es un cliente que gasta más en el establecimiento, se calcula que hasta un 130% más que otro tipo de turistas.
Dejar pasar la oportunidad de adaptarse a una demanda creciente como es el turismo wellness, por tanto, significa ignorar el potencial de un tipo de viajero que no para de crecer. Subirse a ese tren es importante, pero para ello es imprescindible un buen soporte informático que permita gestionar todos los servicios que se ofrecen con la máxima eficiencia. Y es ahí donde el software de Hotelgest puede hacer mucho por ti.