Cuando en una familia existen niños pequeños, encontrar un alojamiento puede suponer un verdadero martirio. Para organizar unas vacaciones los más pequeños cobran una especial importancia ya que necesitan instalaciones y actividades especialmente adaptadas a sus necesidades. Los hoteles especializados en turismo familiar siempre son la opción preferida en este tipo de situaciones.
Por eso, si quieres que tu negocio hotelero pueda atraer a este público puedes realizar cambios y reorientarlo para convertirlo en un hotel para niños. Preparar tu establecimiento para que sea destino de turismo familiar te reportará grandes beneficios. Para conseguirlo se deben tener en cuenta una serie de aspectos.
1.- Prepara el espacio. Evidentemente un hotel para niños debe tener una configuración en la que se puedan realizar actividades infantiles. Salas de juegos y ludotecas son fundamentales. Los espacios exteriores como jardines y piscinas deberán adaptarse a este tipo de público.
La decoración también debe estar acorde con un destino de turismo familiar. Se puede optar por una tematización total o sólo en las zonas dedicadas a los más peques. En los espacios comunes recuerda, también, que se debe tener en cuenta estas consideraciones colocando, por ejemplo, cambiadores de bebés, en los baños.
2.- Organiza un programa de actividades. El hotel para niños suele destacar sobre todo por ofrecer entretenimiento dirigido al público infantil. Se presentan actividades en las que los niños puedan gastar su energía y así, también, se da la oportunidad a los padres de disfrutar de un rato de tranquilidad. Los adultos también pueden disfrutar de un destino de turismo familiar.
Un equipo de profesionales de la animación será fundamental en un hotel para niños, pero también es necesario la correcta formación del resto del personal. Todo el mundo tiene que estar preparado para dar solución a todo tipo de incidencias.
3.- Que la comida no sea un problema. Este puede ser uno de los puntos más críticos que puede determinar si tu hotel para niños es elegido o no. Ofrece un menú variado y sano pero que guste al público infantil. Evita los platos excesivamente sofisticados y siempre elige ingredientes de calidad.
Para que encaje como establecimiento de turismo familiar se deben tener especialmente en cuenta las alergias y las intolerancias nutricionales. Esto se debe cumplir de manera general por todos los restaurantes, pero en un hotel para niños se debe mostrar aún más consideración.
4.- Medidas de seguridad y protección. Tendrás que hacer una revisión completa de todas las zonas de tu hotel. La seguridad debe ser una máxima que se debe cumplir minuciosamente. Puedes optar por obtener un sello de calidad referente a la seguridad infantil que certifique las medidas que ha tomado.
Es importante que en un hotel para niños se debe tener un alto nivel de seguridad tanto en las habitaciones como en los espacios compartidos. Si se realizan actividades que revistan algún peligro, como por ejemplo una tirolina, recuerda que los equipos de protección deben estar en perfecto estado y el personal siempre debe ser cualificado. El turismo familiar es sinónimo siempre de alto estándares en este sentido.
5.- Precios adaptados. Para hacer tu hotel sea un destino de turismo familiar debes tener en cuenta que los precios deben ir acorde a las necesidades de este tipo de público. Los packs son la solución que mejor encaja ya que normalmente suelen ser grupos numerosos.
En un hotel para niños es importante tener en cuenta que las opciones más económicas siempre darán mejor resultado. Los gastos se suelen multiplicar y los padres siempre tienden al ahorro.
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